Hace escasos minutos he llegado del cine, concretamente de ver Luna Nueva, sí, esa de lobos y vampiros. He de decir que hace más de dos años me leí en cuestión de semanas todos los libros publicados por entonces, y soñé casi a diario con la historia de amor más ansiada de todos los tiempos, esa historia que en el mundo real nadie puede vivir. El cine lleno de féminas con féminas o féminas acompañadas por novios. Me esperaba más público adolescente, ése que al salir un beso entre los protagonistas o el torso desnudo del musculitos, se pone a gritar cual poseidas.
La película muy fiel al libro, salvo pequeños detalles. Bajo mi humilde criterio le pongo un 8.5. La interpretación de Kristen Stewart espléndida, me he creído (mucho más que en Crepúsculo) el amor inmesurable que siente Bella por Edward, la pasión entre ambos, el deseo. En cambio Robert Pattinson, bueno en su línea, dejaba que desear en algunas escenas, aunque eso sí, ha captado el dolor arrastrado por Edward durante toda la película.
Por otro lado también se nota el presupuesto económico con la primera película "Crepúsculo". Han podido darle más efectos especiales, que no se noten las lentillas (que por cierto no pueden ser más cantosas en cuanto a color), las peleillas entre vampiros, transformaciones de hombres-lobo, etc.
Ahora, centrémonos. El amor de Edward y Bella. Alejándonos de los parámetros paranormales (vampiros, hombres lobo, poderes sobrenaturales), ¿es posible la existencia de un amor capaz de superar barreras tan infranqueables como el que se muestra en la saga de Stephenie Meyer? Quiero decir, ese amor que te corta la respiración, que es tan perfecto que dura para siempre, en el que nunca se duda ni hay problemas. Para ellos, el género masculino, la historia de Edward y Bella, no son más que ñoñerías. Palabras textuales: "esas cosas no existen, si un tío le dice a una chica las cosas que Edward le dice a Bella, la tía sale huyendo pensando que es un plasta". En parte tienen razón. Personalmente creo que no soportaría a ningún hombre como Edward Cullen, a menos que sienta el amor que siente Bella por él. Ahí está el epicentro. Ése amor mutuo, empalagoso, ñoño, pasional. ¿Será real? ¿Puede ser alcanzado por cualquier mortal? (ya sabemos que los inmortales lo tienen más fácil). No hablo de un amor quinceañero, sino de esos amores que duran para siempre, para toda la vida, únicos, irrepetibles. Con la misma sensación de climax del primer día, la misma pasión, devoción... ese sentimiento de estar en una nube de algodón, flotando...
Si existe o no realmente lo más cercano que tenemos para revivirlo son las películas y libros. Así que todo el mundo a leer e ir al cine.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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